Importancia de la salud mental en los tratamientos de fertilidad

Importancia de la salud mental en los tratamientos de fertilidad

· Hasta el 90% de los pacientes en tratamientos de fertilidad experimentan niveles elevados de ansiedad, según datos clínicos de IVI

· El estrés crónico puede alterar la ovulaciónla calidad del esperma y la implantación embrionaria, afectando directamente la eficacia de los tratamientos

· El apoyo psicológico especializado mejora la tolerancia emocional al tratamiento y puede aumentar las probabilidades de éxito

Lorena llevaba ya varios años intentando tener un hijo junto a su pareja. Tenía una salud general buena, un trabajo estable y vivía un estilo de vida saludable. Sin embargo, un día colapsó emocionalmente mientras laboraba en la oficina. No sabía qué le pasaba, pero fue justo esa crisis de ansiedad que la llevó a entender y aceptar que el impacto emocional del proceso en el que estaba era más profundo de lo que creía.

Ella, mes a mes, sufría su frustración en silencio, cuando volvía un resultado negativo y se estaba desgastando sin darse cuenta. La historia de Lorena es similar a la que viven muchas mujeres y parejas, afectadas por una realidad que sigue siendo poco visible en Panamá: la salud mental en el proceso de lograr un embarazo.

«El cuerpo trabaja en conjunto con la mente. Cuando hablamos de fertilidad, tenemos que hablar de una buena salud en todos los sentidos», afirma el Dr. Saúl Barrera, director médico de IVI Panamá. «Por esto, nuestro enfoque no es solo clínico, es integral. Queremos que cada paciente se sienta acompañado y emocionalmente estable para afrontar todo el proceso».

Es así como antes de llevar a cabo tratamientos de fertilidad, como la Inseminación Artificial (IA) o la Fecundación in Vitro (FIV), es necesario realizarse exámenes no solo físicos, sino también revisar la estabilidad emocional. Esto debido a que la expectativa y la espera en cada intento puede llevar miedo, frustración y ansiedad. De hecho, según datos de IVI, el 90% de los pacientes atendidos presentan síntomas de ansiedad o estrés elevados al llegar a la clínica.

A esto se suma que el estrés crónico de la vida diaria puede afectar procesos fisiológicos esenciales para la concepción, como la producción de estrógenos y progesterona en la mujer o la calidad seminal en el hombre. Por otro lado, el cortisol elevado, conocido como la «hormona del estrés», interfiere en el equilibrio hormonal necesario para que todo funcione como debería.

Mente y cuerpo: un equilibrio necesario para concebir

Muchos estudios, incluyendo publicaciones de la Organización Mundial de la Salud, destacan que el bienestar emocional influye directamente en la capacidad reproductiva tanto de mujeres como de hombres. En las damas, el estrés puede dificultar la ovulación o la implantación del embrión. Y en el hombre puede reducir el conteo y la movilidad espermática. Pero más allá del impacto biológico, lo emocional determina cómo se vive cada etapa de un tratamiento de fertilidad: desde la primera consulta hasta el día de los resultados.

Por esto, en IVI Panamá este es un detalle que se toma en cuenta desde la primera consulta. Los pacientes cuentan con acceso a la Unidad de Apoyo Psicológico, donde psicólogos especializados en medicina reproductiva acompañan, orientan y brindan herramientas prácticas para manejar emociones ante una FIV o una donación de óvulos.

Ofrecen programas que incluyen sesiones individuales o grupales, técnicas de relajación, ejercicios para el asertividad, gestión de pensamientos negativos y asesoría durante los días de espera, una de las fases más críticas para el estado de ánimo de los pacientes.

«Contar con un apoyo emocional adecuado no solo mejora la experiencia en los tratamientos de fertilidad, también puede mejorar los resultados», agrega el Dr. Barrera. «Una paciente con menos ansiedad enfrenta mejor una implantación durante una FIV, a su vez toma decisiones informadas y se siente segura incluso frente a un resultado inesperado», indica.

Una red de apoyo que fortalece

El acompañamiento profesional es esencial, pero también el entorno de la persona juega un papel crucial. La comunicación con su pareja, el respaldo de la familia o la posibilidad de compartir experiencias con amistades en situación similar contribuyen a generar un espacio emocional más saludable y menos solitario.

«Frente a un diagnóstico de infertilidad, muchas personas sienten perder el control. Pero con el diagnóstico adecuado, una atención personalizada y las herramientas emocionales,  se les devuelve la sensación de que pueden manejar lo que está en sus manos», comenta la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI.

Gracias a informaciones como estas, cada vez más pacientes reconocen la importancia de este acompañamiento y se abren a recibirlo en complemento con su tratamiento para lograr su sueño de tener un bebé. De allí la importancia de entender que, en los tratamientos de fertilidad, cuidar el cuerpo no es suficiente. Se debe cuidar la mente por igual. Buscar apoyo, hablar de lo que se siente y pedir ayuda profesional cuando se necesita, no solo mejora la calidad de vida, también puede acercar el resultado deseado. Tendemos a centrarnos en problemas complejos relacionados con la infertilidad, 

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